
El hilo, el algodón, la lana, son
utilizados en alfombras y cortinas, los
sofás logran contener estampados
naturales, el barro, la piedra, el bambú,
el mimbre y el alambre son elementos
característicos de este estilo; se debe
utilizar objetos decorativos basados en
estos materiales para conseguir el
efecto rural que se busca. No pueden
faltar las plantas, para adornar mesas,
ventanas, muebles y rincones. Además,
el hierro forjado es una opción muy
importante para cabeceros, lámparas y
espejos. En el caso de las paredes es la
piedra o la madera un recurso preferido
en este estilo.
Pérez y Merino, (2016) considera como
rustico a aquello que “carece de
sofisticación o que apela a elementos
naturales para su desarrollo, en este
sentido, la cabaña puede calificarse
como rustica cuando está construida
con madera y no presenta instalaciones
de lujo; un mueble rustico, por otro lado,
es aquel de características simples”.
Últimamente se ha notado auge en lo
que se llama estilo rustico en el plano
decorativo, con el que se logra darles
forma a hogares calurosos, relajados,
que incitan al alivio y que compiten por
una tradición y protagonismo en la
naturaleza.
En síntesis, ese look se simboliza y
consigue haciendo uso de los siguientes
elementos:
El material más significativo es la
madera, que confiere calidez, también se
opta por incluir elementos tradicionales
y rústicos de la zona.
Olaya, (2015) afirma que los materiales
rústicos se adaptan a un modo de vida
tranquila y natural en concordia con el
medio ambiente, se acostumbra
asociarse al campo debido que los
materiales que se usan tratan de
conseguir un ambiente cálido. Esto hace
que se convierta en un estilo de
múltiples interpretaciones en función
del espacio donde se desarrolle.
En lo que concierne a la conservación
ambiental Pineda, (2017) refiere que es
una insuficiencia ante las múltiples
dificultades ambientales que afectan al
hombre y en definitiva la pérdida de la
única morada, nuestro planeta. La
conservación ambiental y sus recursos
naturales, debe ser enfática y real para
menguar el daño hecho por la
humanidad, poner en práctica medidas
ambientales de conservación enfocadas
hacia un progreso sostenible, para
satisfacer las necesidades actuales sin
complicar las de las futuras
generaciones.
La conservación ambiental, es la labor
del ser humano, que es cuidar,
resguardar y conservar los elementos de
la naturaleza, de igual manera la
existencia de los seres humanos, la
fauna, la flora, los parques y reservas
naturales. Esta conservación involucra la
preservación de la Tierra, combatiendo
la contaminación y el deterioro del
ambiente, la conservación tiene que
afirmar el aprovechamiento racional de
los recursos naturales: aire, agua, suelo,
plantas, animales, ríos, mares, lagos,
océanos, ecosistemas, etc., logrando de
esta manera que la naturaleza, el
ambiente o el planeta se hallen en
óptimas situaciones saludables,
mejorando de esta manera la calidad de
vida de la sociedad.